Sentineleses, mitos sobre esta tribu

La isla de Sentinel sigue envuelta en una aurea de misterio y sus habitantes autóctonos son protagonistas de numerosos mitos. Los sentineleses forman la tribu más aislada del mundo, con notable rechazo al contacto con el mundo exterior aún en la actualidad. De hecho, no es posible afirmar con seguridad qué idioma hablan y cuáles costumbres practican en su día a día. Aquí te contamos lo que sí conocemos sobre la historia de esta isla y las narrativas que involucran a sus habitantes. ¡Sigue leyendo y sorpréndete!

¿Quiénes son los sentineleses?

Los sentineleses son los miembros de una de las más particulares etnias indígenas andamesas. Desde hace miles de años, habitan en la isla Sentinel del Norte, que pertenece al archipiélago Andamán, situado en el océano Índico. Este territorio es administrado oficialmente por la India, aunque esté a más de mil kilómetros de distancia de cualquier puerto de la India continental.

Aunque poco se sepa con exactitud sobre sus orígenes, se estima que esta tribu se formó hace unos 60.000 años. Sus fundadores habrían pertenecido a algunos pueblos de hábitos nómadas que viajaron desde África hasta establecerse en la isla Sentinel.

Desde entonces, han logrado sobrevivir y desarrollarse prácticamente sin establecer contacto con otros pueblos. Este aislamiento se debe no solo al complicado acceso y la distancia de su hábitat en relación al continente, sino también al evidente rechazo a la interacción con el mundo exterior a su sociedad y su territorio.

A lo largo de su historia, los sentineleses se caracterizaron por evitar el contacto tanto con otras etnias andamesas, como con culturas extranjeras. De esta manera siguen siendo, a día de hoy, una de las etnias más aisladas y poco conocidas de esta región.

¿Cómo viven y se comportan los sentineleses?

Su subsistencia se basó en las actividades de caza, pesca y recolección de los alimentos disponibles en su territorio, en especial de plantas silvestres. El dominio del uso de arco y flechas fue clave para garantizar la nutrición de los sentineleses. Además de servir como una herramienta de defensa, utilizada también (y en más den una oportunidad) para ahuyentar los extranjeros.

Dada su clara negativa al contacto con otras culturas, poco se ha podido estudiar sobre sus costumbres y su territorio. No contamos con evidencias de que empleen técnicas de agricultura para cultivar sus propios alimentos. Aunque se sepa que utilizan el fuego como otras etnias de islas vecinas, no es posible afirmar se aprendieron o no a encenderlo.

Tampoco se conoce el idioma o dialecto utilizado por los sentineleses para comunicarse entre ellos. Los estudios lingüísticos realizados con otras etnias andamesas no fueron suficientes para detectar posibles similitudes con las costumbres y la lengua de los sentineleses.

Lamentablemente, el aislamiento dificulta el trabajo de estudiosos que desean conocer mejor esta etnia. A ello se suma los hechos ocurridos recientemente, ya en los años 2000, cuando los sentineleses acabaron con la vida de pescadores y de un joven misionero estadounidense que intentaron acercarse a Sentinel del Norte para ejercer sus funciones. ¿Cuándo podremos conocer la historia de los sentineleses por la voz de sus propios integrantes?